Ha sido una lectura amena y agradable, sin muchas pretensiones. Te hace disfrutar y te deja con buen sabor. Escrita con sencillez, aunque se repite en algunas ocasiones. No es ninguna obra maestra, pero cómo lectura de verano encaja perfectamente.
La historia, una trama que tiene gancho, un poco repetitiva y bastante intuitiva. Me gusta cómo describe a sus personajes. Reconozco que el más intrigante desde el principio de la novela es la figura de Fernando Montalvo, te lleva a preguntar ¿qué hacía en su vida? y el desenlace final de la novela que todo va encajando de una manera tan sencilla.
El protagonista un tipo singular, podríamos definirlo cómo una persona buena, no habla mal de nadie, no se mete en líos, quiere pasar desapercibido, vive la vida que le ha tocado vivir, sin ningún tipo de queja. En definitiva un conformista.
Una buena lectura de verano