Me leí hace tiempo otro libro suyo "Léxico Familiar" y me gustó la manera de escribir. Este estilo directo que en esta novela vuelve a utilizar, no existen los diálogos, pero para el lector no se le hace nada pesado. Es cómo si el protagonista te hablase en primera persona y te estuviese contando una confidencia sencilla, pero realmente encierra vida de dolor.
De una manera sencilla nos narra la vida de una familia del norte de Italia, en la época del fascismo, hasta el final de la segunda guerra mundial.
Natalia Ginzburg, sin opinar, describe el panorama humano que ella misma vivió
con algunos toques de humor, un evidente antibelicismo y una condena del
antisemitismo, pero sin estridencias ni amargura, con elegancia y
contención formal.
Es una novela interesante, sobretodo por su estilo tan diferente.