Utilizando una trama de misterio situada en 1900, Joan Lindsay nos describe el final de una época y la entrada del siglo XX, dónde la educación victoriana va a pasar página.
Cuando me leí el resumen de la tapa me imaginé la típica novela de misterio, cuyo fin era la resolución del enigma planteado en sus primeras páginas. Pero realmente me ha sorprendido, Joan Lindsay con este ritmo de idas y venidas entre la ficción y la realidad nos va sugeriendo y metiendo en materia de una manera muy sugerente. Destacar estos ritmos excepcionales que abren las puertas a la imaginación de los lectores, dónde en ningún caso podemos asegurar si lo se está leyendo es una mera ficción o un hecho real.
Reconozco que me ha gustado mucho y me lo he pasado muy bien leyéndola.