Correr, es la biografía novelada del atleta checo, Emil Zátopek, apodado la locomotora humana. El escritor, bajo la sombra del régimen del telón de acero, va narrando de una manera ágil y a ritmo de carrera de velocidad, los hechos más destacados de la vida del atleta y las circunstancias socio-políticas del momento, aunque la vida de Zátopek se desarrollaba bajo una carrera de resitencia.
Se destaca la vida sencilla de un deportista de élite, cómo lo catalogaríamos actualmente, sujeto a la falta de libertad de los países sometidos al yugo del comunismo, que se ve descrita en bastantes escenas y cómo ello, no le lleva a perder su libertad interior. Le gusta correr y eso es lo que hace.
Me ha gustado muchísimo.
12 comentarios:
Pues tomo nota, por si me apetece darle más adelante una oportunidad...
Besos,
Me han hablado muy bien de este libro, por cierto las dos chicas de Shangai lo dejé porque no me enganchó nada
Carmen,
Te lo aconsejo, no te defraudará.
un abrazo
Beatriz,
Ya lo siento, ya ponía yo que era para pasar el rato.. pero veo que ni para pasarlo.. jejeje. Otra vez será. Esta te la recomiendo, te la lees muy rápido pero es muy interesante.
Un abrazo
Me parece que puede ser un libro interesante para ver de una manera amena cómo vivían en esos países, y la vida tan dura de un deportista, aunque personalmente no me gusta nada hacer deporte :) Un beso
Creo que me voy a animar a leerlo, me interesa mucho el personaje, y no eres la primera persona que recomienda este libro. Saludos
Carol,
La verdad es que no es la típica biografía de un deportista, va mucho más allá.. Interesante.
Ignatius,
Una buena opción.
Saludos
Gise
Me alegro que te gustara. ¿Has visto los vídeos que hay sobre él en You Tube? Son muy buenos.
Gracias Pilu.
Si los vi hace unos días...
Suena bien. Me lo apunto para la proxima vez que baje a Madrid
Te gustará...
este me parece que será un excelente regalo para un amigo corredor que tengo ¡gracias Gise!
A mi me gustó.. no profundiza mucho en la situación política. Pero ya te puedes imaginar por dónde van las cosas.
Un abrazo
Gise
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