He visto que no he sido la única persona que al acabar esta lectura me enterado que es la segunda parte de "La librería ambulante", pero no pasa nada porque se puede leer perfectamente de un modo independiente, eso sí ahora iré por la primera y me la cogeré con muchas ganas. Es una delicia de libro.
La librería que regentan Helen y Roger, está situada en Brooklyn, es una librería de venta de libros de segunda mano, por lo que se detalla, no es una librería próspera. Me da la sensación que son de aquellos que tienen un negocio, no por tener un super éxito, si no por el placer de leer, de disfrutar con lo que hacen y con eso vive. Roger es un gran amante de los libros y nos lo demuestra en escritor en cada línea de esta novela, vive los libros, se nutre de su conocimiento, conoce a su clientela y sabe perfectamente el gusto de cada uno, sus sugerencias son muy apreciadas. Podríamos decir una experiencia super personalizada. Llega a decir: "un libro te sigue".
Pero dentro de esta escena que dura tan sólo una semana hay mucho movimiento, una librería se convierte en el centro de una novela de misterio, ¿quién lo iba a decir? que un sitio tan tranquilo y estático te hiciese estar en acción. Parece que vives de una manera directa cada uno de los actos.
Nos hace un oda a los libros y a los libreros, que me permito recoger este párrafo, porque me ha encantado: "Los libros son la immortalidad de la raza, el padre y la madre de casi todo lo que vale la pena ensalzar en nuestros corazones. Acaso divulgar los buenos libros, sembrarlos en las mentes más fértiles, propagar el entendimiento y el cuidado de la vida y la belleza no es una tarea lo suficientemente elevada para un hombre. El librero es el auténtico hombre valeroso que lucha por la verdad".
Sólo puedo decir que me ha encantado y voy a por "La librería ambulante"
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