Qué os
puedo decir ... me ha encantado y me lo he pasado genial. Son 700 páginas sin
desperdicio y que te mantienen en vilo. Gracias Domingo Villar por este tipo de
novelas.... me ha parecido muy entretenida y fácil de leer. El inspector
Leo Caldas regresa de la mano de su creador, es la tercera entrega de la saga
policiaca iniciada con Ojos de Agua y La playa de los ahogados, sus libros han logrado
gran éxito y cosechado varios premios.
Mónica Andrade, hija de un
famoso cirujano gallego y de una familia muy conocida, vive en una pequeña
población llamada Tirán, al otro lado de la ría, un lugar donde las playas de
olas mansas contrastan con el bullicio de Vigo. Allí quienes van a trabajar a
la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora
la ría de Vigo. Una mañana de otoño, el inspector Caldas recibe la visita de un
hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se presentó a una comida
familiar el fin de semana ni acudió el lunes a impartir su clase de cerámica en
la Escuela de Artes y Oficios en Vigo. En casa de Mónica todo sigue como si no
se hubiera marchado, pero pasan los días y la joven no aparece. Este es el
punto de partida para el comienzo de una novela de intriga.
Me encantaría destacar unos
aspectos que Domingo Villar recrea y hace vivir a sus lectores en sus novelas:
- El ambiente gallego, la gastronomía, el acento, los modos y peculiaridades de esta zona de España. Te puedes imaginar una investigación a la gallega, pues ya sabéis todo depende y nadie te contesta directamente. Todo un reto para el famoso inspector.
- Estévez, el ayudante de Caldas, un aragonés directo y bruto que no puede ocultar su impaciencia al interrogar a testigos y sospechosos, pero bueno ya se va haciendo a la tierra eso si los perros su punto débil... ¿lo podrá superar?
- Ese toque gracioso, que te hace estar con esa sonrisa, aún en los momentos de gran tensión.
Os adjunto una de las presentaciones
del libro que hizo el autor.
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